Amortiguadores desgastados, un riesgo más al conducir en invierno

Los amortiguadores desgastados suponen un riesgo más para la conducción en invierno, causando una obvia pérdida de tracción

Para muchos consumidores, la llegada del invierno conlleva una mayor concienciación de los peligros provenientes de carreteras cubiertas por nieve y hielo. Pero probablemente no tengan en cuenta otro peligro potencial: uno o más amortiguadores desgastados pueden estar ocultos en sus vehículos, lo que supone un riesgo para la conducción.

Los amortiguadores juegan un papel vital ayudando a mantener un contacto sólido entre los neumáticos del vehículo y el firme de la carretera en un amplio número de situaciones, incluyendo la conducción bajo condiciones invernales potencialmente peligrosas en numerosos países de Europa. Sin embargo, unos amortiguadores desgastados pueden hacer rebotar los neumáticos y ruedas causando una obvia pérdida de tracción.


“Muchos propietarios de vehículos se preocupan por comprobar que el dibujo de sus neumáticos tengan la profundidad adecuada para un agarre firme en carretera antes de la llegada del invierno. Pero si ese neumático no está sujeto al pavimento, no puede cumplir con su cometido, lo que puede afectar severamente al rendimiento de la frenada y al control del vehículo en general”
, ha declarado Katia Torralbo, directora de marketing de
Tenneco, el fabricante de amortiguadores y componentes de suspensión
Monroe®.

Además de acortar la frenada del vehículo, los amortiguadores interactúan con otros componentes del coche para ofrecer una dirección más segura y estable. Los amortiguadores controlan el traspaso del peso del vehículo de un lado a otro en curvas y de atrás a adelante en fuertes frenadas. Un traspaso de peso excesivo, sobre todo a la hora de tomar curvas, puede incrementar la velocidad de giro del vehículo, pudiendo llegar a provocar un accidente.

Al igual que la mayoría de los componentes de dirección y suspensión, los amortiguadores y columnas se degradan a distintos niveles dependiendo del tipo de conducción, de las cargas del vehículo y de las condiciones de la carretera, entre otros factores. Teniendo en cuenta que este desgaste puede darse de forma gradual y es a menudo difícil de discernir, Tenneco recomienda revisar estos elementos por un profesional de la reparación a los 20.000 kilómetros de servicio y en cada cambio de neumáticos, de frenos y/o equilibrado.

“Los amortiguadores y columnas son componentes de seguridad que también ayudan a conseguir una conducción más cómoda y controlada”, ha declarado Katia Torralbo.
“Su papel más importante es el de reforzar la seguridad de los conductores, y es vital para los propietarios de vehículos y sus proveedores de servicios sustituir las unidades deterioradas antes de conducir en condiciones adversas.”